Todo camino al emprendimiento necesita una serie de pasos a seguir para que el resultado sea el que buscamos, y más aún en este tiempo donde hay mucha competencia y la clave reside en ofrecer los mejores resultados.
Por ello, en este artículo te mostramos las claves que debes tener en cuenta si quieres impulsar tu carrera como emprendedor:
#1 Formación
A pesar de que en los últimos años ha habido un frenazo económico por diversas circunstancias, sigue habiendo personas con mentes emprendedoras dispuestas a llevar a la realidad su negocio.
Para que esto pueda hacerse sin correr demasiado riesgo, una de las claves está en la preparación para poder destacar por encima de la competencia. Los emprendedores necesitan contar con un asesoramiento y una formación, y ese es un desembolso más con el que hay que contar incluso antes de comenzar a dar forma al negocio.
Conseguir la financiación que permita tener esa formación es por lo general difícil, ya que se trata de un coste elevado que supera los ahorros de quien aún ha de arrancar con su empresa, por eso lo ideal es recurrir a préstamos para esa formación como los préstamos personales de Oney, básicamente porque el trámite aquí es bastante rápido y sin tener que cambiar de banco.
Esa formación es la palanca que se necesita para saber hacer crecer el proyecto evitando errores. La tasa más elevada de fracaso en emprendimiento se da entre quienes tienen una idea de negocio pero se lanzan a ella sin tener una formación profesional que esté a la altura. Los profesionales cualificados alertan de los peligros de ese intrusismo de quienes, faltos de formación, ofrecen servicios que a la larga terminan naufragando.
#2. Formas de obtener financiación
Al principio, para obtener los fondos necesarios con los que invertir es muy frecuente recurrir a préstamos e hipotecas. Sin embargo, también podemos obtener parte de esa inversión a través de otras entidades.
A nivel burocrático puede llegar a ser muy difícil en cuestiones de gestión de empresa y contabilidad, por eso es aconsejable apoyarse en órganos como por ejemplo la Cámara de Comercio.
Además, también es muy aconsejable revisar las ayudas y subvenciones disponibles a nivel nacional y autonómico que existen como apoyo para quienes quieren lanzar un negocio, sobre todo en términos de darse de alta de autónomo y de tener una empresa registrada, así como para los jóvenes empresarios.
#3. Dar visibilidad a tu empresa
Y una vez que las cuentas están claras, hay que darse a conocer. Y aquí se puede comenzar por recursos más económicos como tener presencia en páginas web especializadas en el sector en el que nos movemos, dejarse ver en eventos especializados para que nos vayan conociendo, hacer buen uso de la ayuda que nos presentan las redes sociales o técnicas de posicionamiento SEO, entre otros caminos para que nuestra marca vaya destacando.
#4. ¿Dónde ubicar el negocio?
Hay mucho potencial usando los recursos actuales tales como las oficinas de coworking, esquivando así el gasto que supone tener una oficina propia siempre que nuestro negocio lo permita. El desarrollo de la vía del teletrabajo también facilita que se pueda emprender casi sin necesidad de moverse de casa, lo que permite ahorrarse un desembolso en tener un lugar externo como centro de trabajo.
Eso siempre que sea posible, porque hay negocios en los que será inevitable tener un buen local. Aquí a la hora de elegir, más allá del precio, hay que valorar también el potencial de la zona (si hay elevada competencia de nuestro sector en los alrededores, número de habitantes en ese territorio y su perfil medio), y rodearse de empleados motivados y con buena formación.
Hay que tener en cuenta que las ayudas proliferan cuando se trata de emprender en el entorno rural y esas subvenciones pueden marcar la diferencia en las cuentas. Por eso, es interesante plantearse hacer crecer el negocio en zonas más despobladas donde los costes serán inferiores que si se emprende en una gran ciudad.
Vivimos un momento de cambio en el que hemos aprendido a valorar los entornos rurales, y hay una transición de muchos modelos de negocio hacia nuevos entornos en los que no hace falta una gran inversión digital y hay mayor margen para ir estabilizándose hasta llegar al éxito.